Esa gran pirámide de granito que es Txindoki nos contempla y protege durante toda la etapa. Merece la pena hacer una pequeña parada en el conjunto histórico de Igartza, ya que es un lugar donde se pueden observar perfectamente los oficios y los tipos de edificación del Goierri desde la Edad Media hasta nuestros días. Entre prados llegamos a Olaberria. Si Txindoki es la atalaya, Olaberria es el balcón del Goierri. De allí a Idiazabal, pueblo que da nombre a la Ruta y a la denominación de origen de nuestro queso más famoso. En el pueblo se pueden visitar el Monumento al Pastor y el Centro de Interpretación del Queso Idiazabal. Terminamos la etapa en Segura, repleto de historia, donde bien podría grabarse una película antigua.