No todo es queso en el Aizkorri-Aratz, y la minería y la ferrería son los protagonistas de esta etapa. Subimos desde Segura a Zerain, donde cerca de nuestro recorrido se encuentran los hornos de Aizpea, utilizados a principios del siglo XX para elaborar el mineral a partir de lo extraído de la Montaña de Hierro, ejemplo representativo de la ingeniería de entonces. Bajamos a la par de la regata Troi, a Mutiloa, por un tramo lleno de restos mineros. Subimos hasta Aztiria, para posteriormente volver a bajar a Legazpia. Allí termina esta etapa, en la histórica forja de Mirandaola, famosa por la leyenda.